Valencia, 17 de octubre de 2016. El Ministerio de Agricultura ha hecho realidad los peores augurios que se cernían sobre el sector agrario al plasmar en el borrador de su nuevo plan de seguros agrarios para 2017 un brutal recorte de 10 puntos en la subvención base de todas las líneas y en todos los cultivos, un recorte que se traducirá en un encarecimiento medio de las pólizas superior al 20%. Si a principios de este mes de octubre Enesa –la entidad dependiente del Ministerio que se encarga de la gestión y diseño de los seguros agrarios– ya había anunciado una rebaja del apoyo público en el apartado de contratación correspondiente a los frutales, tal como denunció la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), el Gobierno ha optado finalmente por extender a la totalidad de los cultivos la reducción del respaldo económico que venía prestando para favorecer la contratación del seguro en el sector agropecuario.
Además de los frutales, el otro cultivo que va a verse afectado de inmediato por esta disminución de la ayuda es, precisamente, el de los cítricos, el más importante e implantado en la Comunitat Valenciana. Los citricultores van a tener que hacer frente a un encarecimiento del seguro de sus cosechas que oscilará, en función de la modalidad contratada y del perfil del asegurado, entre un 15% y un 40%.
Temporalmente, otros cultivos de enorme arraigo y trascendencia, como el arroz, el viñedo o el caqui, van a conseguir esquivar en un primer momento el duro golpe que supone esta rebaja porque sus períodos de contratación están sujetos a las ayudas previstas en el plan de seguros de 2016, pero a partir de la próxima campaña se verán igualmente perjudicados por una subida de los precios que tendrán que abonar por el seguro que se concretará en una proporción similar a la que ya sufren frutales y cítricos.
“La decisión del Ministerio de Agricultura es sencillamente aberrante –lamenta el presidente de de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– porque el apoyo al seguro agrario nunca habría de bajarlo sino incrementarlo. Es un sistema que funciona muy bien y que constituye un instrumento fundamental para lograr la estabilización de la renta agraria y si es preciso reducir gastos es preferible hacerlo antes en otras partidas que en el seguro agrario”.
El máximo responsable de esta organización prosigue su análisis afirmando que “esta medida del Gobierno tendrá consecuencias tremendamente negativas para el sector porque va a dificultar a miles de agricultores la posibilidad de que aseguren sus cosechas, lo cual es especialmente lamentable en una coyuntura marcada por la crisis de precios y la sequía”. Además, Aguado recuerda el efecto tremendamente desincentivador sobre las contrataciones que tuvo el recorte operado por el Ministerio de Agricultura en el año 2013, hasta el punto de que el número de pólizas suscritas en el viñedo bajó un 60%, mientras que la caída en cítricos fue del 30%.
“Quiero hacer un llamamiento a los responsables del Ministerio de Agricultura –subraya el presidente de AVA-ASAJA- para que reconsideren su decisión ahora que aún están a tiempo, porque en caso de que se mantengan en sus trece las consecuencias serán gravísimas”.