18 de julio de 2016.- LA UNIÓ de Llauradors manifiesta su conformidad con la decisión del Ministerio de Educación de modificar los umbrales de patrimonio familiar en las zonas rurales para acceder a las becas, tal y como ha venido reclamando a través de su organización estatal Unión de Uniones a lo largo del último año.
La concesión de las becas está basada en el umbral de patrimonio familiar. En este sentido LA UNIÓ y el resto de organizaciones de la Unión de Uniones habían criticado en reiteradas ocasiones la desigualdad en el acceso a becas universitarias de los hijos e hijas de los agricultores y ganaderos y por ello valora de manera positiva la aprobación efectuada por el Consejo de Ministros el pasado viernes del Real Decreto 293/2016, por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuantías de las becas y ayudas al estudio para el curso 2016-2017.
No se debe olvidar que el año 2008 se equipararon arbitrariamente las normas valorativas de las fincas urbanas y las rústicas en el catastro, cuando las convocatorias de becas continuaban estableciendo hasta el pasado viernes un umbral de patrimonio familiar para poder ser otorgadas muy inferior en rústicas (de 13.130 euros de valor catastral) respecto a las urbanas (42.900 euros). Es decir, a la falsa sobrevaloración de las construcciones agrarias del catastro se sumaba el hecho de que el tope en el acceso a las becas era más bajo para los propietarios de fincas rústicas que para los de urbana; circunstancia que ahora se ha igualado.
La organización se reunió ya el pasado abril con el Secretario de Estado de Universidades y con la Dirección General de Catastro a quienes expuso la necesidad de las construcciones agrícolas, ganaderas y forestales para el desarrollo de la actividad productiva y cómo el sistema catastral penalizaba, de forma injusta y negativa, el acceso a las becas universitarias en comparación con las zonas urbanas.
En este sentido, LA UNIÓ se siente satisfecha ya que, en la nueva normativa, se ha igualado el umbral de las construcciones agrarias a las urbanas, ya que se valoran bajo los mismos criterios y evita la discriminación de los hijos e hijas de agricultores y ganaderos a la hora de acceder a las becas en el próximo curso académico.
“Consideramos esta actuación positiva”, afirman desde LA UNIÓ, “no sólo por solventar una situación de injusticia en el medio rural, sino porque, consideramos, que contribuirá a un mayor desarrollo de las zonas rurales y es una señal más de que las barreras existentes entre el medio rural y el urbano se pueden superar si hay voluntad política; además de contribuir a la igualdad en la formación de los hijos de los agricultores y ganaderos”, añaden.